El mercado nunca tiene compasión por nadie. Tu dolor, nunca le importó. Me quedé atónito durante mucho tiempo, recordando a mi antiguo yo. Cada día entro al mercado con un corazón lleno de esperanza, siendo cosechado una y otra vez. Una y otra vez me pregunto en la soledad: "¿Por qué, a pesar de esforzarme, sigo perdiendo?" Luego entendí. El mercado no es para ser vencido. Es un espejo que refleja la avaricia y el miedo de la humanidad. Mi verdadero oponente siempre he sido yo mismo. Livermore cambió toda su vida por una frase: "Adaptarse al mercado es la clave para sobrevivir." El taoísmo dice: "La suprema bondad es como el agua, beneficia a todas las cosas y no compite." No discutir con el mercado, no discutir con las emociones, no discutir conmigo mismo. El mercado sigue siendo indiferente. Pero mi corazón está más tranquilo que ayer. —Dejados para la noche, también dejados para ti que aún persigues.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Hoy encontré un párrafo:
El mercado nunca tiene compasión por nadie.
Tu dolor, nunca le importó.
Me quedé atónito durante mucho tiempo, recordando a mi antiguo yo.
Cada día entro al mercado con un corazón lleno de esperanza, siendo cosechado una y otra vez.
Una y otra vez me pregunto en la soledad:
"¿Por qué, a pesar de esforzarme, sigo perdiendo?"
Luego entendí.
El mercado no es para ser vencido.
Es un espejo que refleja la avaricia y el miedo de la humanidad.
Mi verdadero oponente siempre he sido yo mismo.
Livermore cambió toda su vida por una frase:
"Adaptarse al mercado es la clave para sobrevivir."
El taoísmo dice: "La suprema bondad es como el agua, beneficia a todas las cosas y no compite."
No discutir con el mercado, no discutir con las emociones, no discutir conmigo mismo.
El mercado sigue siendo indiferente.
Pero mi corazón está más tranquilo que ayer.
—Dejados para la noche, también dejados para ti que aún persigues.